Islandia, modelo femenino de economía.


Islandia, modelo femenino de economía.

Escucho a una profesora de la Universidad de Barcelona que nos explica que en el año 1996 el hombre que la tenía que evaluar para acceder a su actual puesto de trabajo en la universidad la acosa diciéndole que le está quitando el puesto de trabajo a un varón y que por qué no se queda en su casa mantenida si está casada. Ella accedía a profesora titular en la Universidad de Barcelona y él era miembro del tribunal que la evaluaba.
Se ha valorado a las mujeres por sus capacidades en el trabajo de desarrollar las competencias masculinas como única manera de promocionarse. Desde lo macro a lo micro hay mucho por hacer. Desde el liderazgo femenino tenemos que tomar decisiones en el ámbito público y privado. Las mujeres tenemos que deshacernos del error de imitar a los hombres y enseñarles la diferencia entre liderar (tener seguidores) y mandar (tener súbditos). El liderazgo femenino es pasar de organizaciones muy jerarquizadas a equipos flexibles, del control a la evaluación, de las reglas a las decisiones conjuntas. Las mujeres tenemos más capacidad de relegar, hacer sentir al equipo que tiene capacidad de tomar decisiones.
Hay estudios que documentan que las empresas lideradas por mujeres son más austeras y tienen más éxito. Ahorran en bombillas, en protocolo, en comidas, en aire acondicionado…Las mujeres tenemos que otorgarnos autonomía de decisión y aplicar las competencias domésticas a la empresa haciendo una economía de gestión y con liderazgo emocional.
La Banda Lavanda 

Las mujeres desplegamos equipo y tejemos redes, delegamos en otras personas competentes sin preocuparnos que otro sea mejor que nosotras en algún aspecto. Los hombres se basan en la idea de que los directivos no se tienen que mezclar con las emociones y en las empresas dirigidas por hombres el acoso moral no está bien gestionado. A los hombres les cuesta mucho reconocer que no saben algo y les molesta que los corrijan. La visión de la mujer es más amplia a largo término. Las mujeres tienen más capacidad de consenso y dan más tiempo.
Al mismo tiempo que las mujeres están aportando sus propias competencias al ámbito público, a las empresas, los hombres se van feminizando, adquiriendo competencias femeninas. Los hombres poco a poco se van orientando hacia las personas y no tanto hacia lo material y las cosas. Ellas están aportando su propio modelo femenino y ellos se están adaptando al modelo femenino. Es muy importante que las mujeres estén en las altas direcciones. Islandia es un modelo de país que en seis años ha conseguido reconstruirse económicamente orientándose a la ética y a las personas. 800 empresarios, financieros y políticos que habían especulado con la economía han sido retirados de sus cargos y juzgados. Las mujeres tomaron el liderazgo e impulsaron una economía femenina, lejos del modelo masculino de empresa, mucho riesgo y beneficio inmediato.